I Travesía Costa de la Luz

Tras 9 días disfrutando de la fantástica Playa de Punta Umbría, y preparándome para la ansiada travesía que programé con Juanillo, llegó el gran día.

Me levanto a las 7 de la mañana para salir con suficiente tiempo para recoger a Juanillo en La Antilla y traerlo a Punta Umbría, pues el recorrido sería Punta Umbría –> La Antilla. Una Vez logro aparcar el coche en Punta (es lo peor de esta localidad, el afán recaudatorio es increíble, no hay un metro cuadrado donde no se tenga que pagar…..lamentable) recogemos en casa los cinturones con bebida (agua y suero hiposódico) y comenzamos el recorrido a ritmo suave.

el primer sustillo se lo lleva Juan cuando por el carril bici a la altura del Hotel Barceló ve una cuesta súper empinada, pero le comento que las que le precede son mucho más pequeñas , cierto es que para empezar

la travesía lo que menos desea uno es empezar con un recorrido rompe piernas.

Disfrutando de la sombra que nos regala los grandes pinos del parque de los Enebrales, llegamos al final del carril y tenemos que continuar por la carretera hacia la playa de la Bota, ahora empieza el recorrido a pleno sol, el ritmo que marcamos en los primeros 5 km fue de unos 5`30”.

 

La temperatura empieza a subir pero se compensa con una fresca brisa de poniente que nos refresca y nos permite correr sin necesidad de beber al menos durante los primeros 8 Km. ya por el km 12 hacemos una pequeña parada en el mirador que hay entre el Portíl y el Rompido, dos pequeña localidades pertenecientes a Punta Umbría y Cartaya, nos refrescamos  un poco, bueno eso de refrescarnos es mucho decir, la bebida estaba muy caliente y eso que congelé todos los botes por la mitad para luego terminar de rellenarlos , con idea de que se mantuviese lo más fría posible. La próxima vez los llevaré totalmente congelados.

 

Las sensaciones son muy positivas, hay que reconocer que casi arreglamos el país en los primeros 12 km, el ritmo es casi de 5´10” y no me estoy ni enterando. Aunque soy una persona amigable, me gusta mucho la soledad, el correr solo me tiene enganchado, pero tengo que reconocer que si corres acompañado se hace mucho más llevadero y es justo admitir que de vez en cuando es una practica muy recomendable.

 

Hacemos una paradita en el Faro del Rompido para beber y soltar algo de “lastre” y proseguimos la marcha. Ahora el terreno es más accidentado, aunque las vistas y el entorno lo merecen, a nuestra izquierda tenemos el Río Piedra, a la derecha un campo de golf y en frente pinos y matorral a “tuti pleny”.

 

Nos acercamos a la orilla del rio y nos está esperando mi amigote Ángel, de lo bueno ….lo mejor, para cruzarnos el río con su lancha, nos quitamos las zapatillas  y mientras nos lleva al otro lado nos refrescamos con un poco de agua fresca.

 

 

Una vez en la otra orilla , en la asociación náutica el Terrón, proseguimos la marcha hasta La Antilla, el final del recorrido está ante nosotros. Una vez finalizada la travesía, nos damos una buena ducha fría y nos refrescamos con unas cervecitas, el rostro de Juanillo muestra felicidad, satisfacción, no como en otras carreras en las que hemos participado, hoy hemos ido un poco mas allá del  running……

 

 

 

24.5 Km de diversión, 2 horas 9 min para abonar una amistad que se hace más grande carrera tras carrera, 1.920 Calorías transformadas en pasión por este deporte.

 

 

Gracias Juan por este día inolvidable.

 

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“ En cualquier actividad, es preciso saber lo que se debe esperar, los medios de alcanzar
el objetivo, y la capacidad que tenemos para la tarea propuesta.
"Sólo puede decir que renunció a los frutos aquel que, estando así equipado, no siente ningún deseo por los
resultados de la conquista y permanece absorbido en el combate.
"Se puede renunciar al fruto, pero esta renuncia no significa indiferencia ante el resultado".
El guerrero de la luz escucha con respeto la estrategia de Gandhi. Y no se deja confundir por personas que,
incapaces de llegar a ningún resultado, viven predicando la renuncia.”

Paulo Coelho